Bahamontes y su helado en pleno Tour

El Día en que Bahamontes Se Tomó un Helado en Plena Carrera

¡Hola, Pataliebres

En el mundo del ciclismo hay gestas épicas, victorias inolvidables y héroes que parecen más de leyenda que de carne y hueso. Y entre esos héroes, si hay uno que brilla por su peculiaridad, es sin duda Federico Martín Bahamontes (1928-2023), el célebre Águila de Toledo. Un tío majo. Podéis conocer más de él a través de esta entrevista.  Ahora bien, ¿qué pasaría si te dijera que esta águila 🦅 no siempre volaba a toda velocidad y que, en una ocasión, decidió darse un caprichito bien frío mientras sus rivales sudaban la gota gorda?

Bahamontes de amarillo en el Tour.

Un descanso muy… dulce

Todo sucedió en el Tour de Francia de 1954, una edición donde Bahamontes ya comenzaba a destacar por su increíble capacidad para devorar montañas como si fuera un águila cazando desde las alturas. Era la etapa reina, con puertos que a muchos dejaban las piernas como gelatina, pero no a Bahamontes, quien volaba con tanta ventaja que, al llegar a la cima del Col de Romeyère, ni siquiera veía a sus contrincantes.

¿Qué hizo entonces el muy jefe? ¿Apretar más para aumentar su ventaja? ¡No! Bahamontes, un maestro de la estrategia (y de la vida), decidió que era el momento perfecto para relajarse un poco. Además tenía que esperar al mecánico ya que tenía un problema en los radios que prefería solucionar antes de afrontar la bajada. Tío listo. ¿Y cómo se puede relajar una leyenda como él? Pues pidiendo un helado 🍦. Sí, mientras los demás sufrían y luchaban por no desfondarse, el Águila de Toledo se sentó tranquilamente a disfrutar de un helado bien fresco en lo más alto del puerto. El heladero que se lo vendió no podía creer lo que veía. ¿Y quién podría culparlo? En una época en la que los ciclistas vivían para exprimir hasta el último gramo de energía, Bahamontes decidió que también había que disfrutar del camino… ¡y de paso un helado! Si hay algún “nutrí” leyéndoos (aquí que va a haber) que nos deje su opinión al respecto en comentarios 😜

Bahamontes ascendiendo el  Galibier el 28 de julio de 1954, (AP Photo / Str).

¿Qué tiene que ver un pata-liebre con un águila?

Y aquí es donde, entre risas, me viene a la mente la conexión entre nuestra marca, The Pataliebres, y Bahamontes. Si el ciclista toledano era un águila, siempre volando en lo más alto, nosotros somos los pataliebres del ciclismo, personas de pierna inquieta con los pies en la tierra pero que no bajamos el ritmo ni en vacaciones, astutas para ponernos a rueda siempre que podemos pero ingenuas para dejarnos engañar por compañeros de grupeta a la hora de hacer entrenos o salidas por encima de nuestro nivel. Mientras Federico se lanzaba a conquistar las cimas, nosotros buscamos siempre nuevas formas de disfrutar del ciclismo a nuestra manera, a nuestro ritmo, y con un toque de estilo único ¡claro!

Bahamontes, un pionero del “chill cycling”

Si lo piensas, Federico fue un adelantado a su tiempo. Antes de que el término “chill cycling” o “ciclismo relajado” se pusiera de moda, él ya lo estaba practicando. ¿Qué nos enseña esta historia? Que no todo es sufrir y apretar en el ciclismo. De vez en cuando, está bien parar un poco, respirar hondo y disfrutar del paisaje (¡y de un helado si hace falta!). Además de que no siempre las gestas heróicas dan para un Newsletter y en cambio, un helado sí. Así que, la próxima vez que estés en una salida con amigos y sientas la necesidad de bajar el ritmo, solo recuerda: si el Águila de Toledo pudo tomarse un helado en plena competición, tú también puedes parar a tomarte un respiro, y disfrutarlo sin remordimientos.

Una ilustración que refleja la mitiquísima anécdota  Web Federico M. Bahamontes 

Disfruta al máximo de tu próxima ruta 

En The Pataliebres, creemos en un ciclismo para todos. Tanto si te sientes un “águila” que devora puertos, una “liebre” que disfruta dando cera en el llano o un “pataliebre” que hace lo que puede encima de la bicicleta, sentirte parte de una comunidad relacionada con el mundo de las dos ruedas es nuestra principal intención.

Aquí os dejamos algunos consejos para vuestra próxima salida/entreno relajado:

• Olvídate de ritmos, vatios, velocidades y pulsaciones. Pon el Garmin en modo ahorro de energía (pantalla apagada) y disfruta del camino.
• Incluye una parada en ese café/panadería que tanto te gusta.
• Planifica una ruta con vistas espectaculares en algún momento y haz una pausa para hidratarte/comer allí… bueno, y sacar fotos.
• Lleva snacks/comida que realmente te guste para cuando pares a descansar/alimentarte. Los plátanos están bien pero un sandwich de nocilla no te hará daño.
• Si no sales con amigos/as y te toca rodar solo, intenta terminar en un sitio donde puedas quedar con ellos y comentar la salida que has hecho. Les pondrás los dientes largos y el siguiente día harán un esfuerzo mayor por salir a rodar contigo.

Recuerda, los pequeños momentos son los que hacen que todo valga la pena. Porque al final, el ciclismo es como la vida: no solo se trata de llegar primero, sino de disfrutar el camino, las vistas y, de vez en cuando, un helado… Por cierto, Federico escogió un cono de vainilla, ¿qué helado/sobar hubieras escogido tú?

¿Tienes o conoces alguna historia heroica sobre bicicleta digna de ser contada?

¡Compártela con nosotros! Y recuerda, en THE PATALIEBRES, estamos aquí para que ruedes con estilo, sin importar cuantas vidas salves cada vez que monte en tu bici.

¡Nos vemos en la carretera, o en la ciudad, pero sobre ruedas! 🚴‍♂️✨

Hasta la próxima Pataliebre,

Fruco.