Ciclistas, móviles y orejuelas

Recupera tu tiempo: Menos pantallas, más vida real y más orejuelas

100% con Rocío. ¿vosotros?

Este pensamiento, reflejado en esta carta, resuena con una inquietud que muchos compartimos, o al menos yo vengo dándole bastantes vueltas últimamente: la sensación de que las nuevas tecnologías, que nos prometieron conexión e información, nos están dejando vacíos de tiempo y, con ello, de vida real, una vida de tocar, de oler y en la que nuestros órganos y músculos, entre ellos el cerebro, trabajen algo. No se trata de demonizar los dispositivos, que ojo cuidado, bien usados, son herramientas muy útiles y poderosas, sino de preguntarnos si estamos eligiendo conscientemente cómo queremos emplear nuestras horas con ellos. ¡Compro tiempo señora, compro, compro!

Si no regalásemos tantas horas a las pantallas, ¿qué haríamos? Tal vez, como bien dice Rocío, escribir cartas o leer más, pasear sin rumbo (nada de hacer recados), o cocinar más y mejor, a fuego lento, recuperando recetas familiares. Este finde, dice mi madre, que toca hacer orejuelas u orejas de carnaval.

Esta bandeja de orejuelas ha hecho mi madre esta semana. 

Tocar un instrumento en mi caso no, que mi oído no me da ni para el triángulo, pero lo de tener conversaciones sin que nadie mire el móvil sí que lo echo de menos. También volver a ir al cine en vez de enchufarnos a una plataforma de streaming y pasar más tiempo eligiendo qué ver que disfrutando de la película o serie. O aburrirnos, qué importante es aburrirse, ahí repantigados en el sofá, comiendo techo, medio somnolientos, para así, en ese momento de pausa y calma, encontrar nuevas ideas o soluciones a los problemas del día a día… Incluso, podríamos sacar tiempo para entrenar y practicar un deporte, ponernos en forma al fin y al cabo. Los que salimos en bicicleta —y esto aplica a cualquier deporte o disciplina— lo sabemos bien. La gente se pregunta que cómo lo hacemos, si trabajamos menos, si sacrificamos otras cosas. La verdad es que no es magia: es elección. Es sencillamente priorizar el movimiento, la disciplina y el bienestar, en lugar de dejar que las horas se nos escapen entre notificaciones y scrolls infinitos.

Las horas que se van no vuelven, por desgracia no hay botón de rebobinar, y cada día, sin darnos cuenta, dejamos que nos las roben en nuestra cara. Sin anestesia.
Quizás es hora de empezar a recuperarlo. ¿Estás leyendo esto desde el móvil? ¿Qué tal poner ahora el “modo avión” y dedicarte a hacer lo que sea que te apetezca durante las próximas dos horas? Serías un Patailebre de pro.

Pista Extra

Le he dicho a mi madre que iba a enviar una foto de sus orejulas, se ha enrollado (¿esto es muy milenial?) y me ha mandado una foto de la receta que proviene de mi abuela Modesta. Me ha dicho que la clave está en el aguardiente por cierto. ¡De nada!

¡Nos vemos en la carretera, o en la ciudad, pero sobre ruedas! 🚴‍♂️✨

Hasta la próxima Pataliebre,

Fruco.

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