El Precio de las Bicicletas

El Precio de las Bicicletas

¿Qué pasa con las bicicletas hoy en día?

Desde que nacemos, nos enseñan que hay tres grandes misterios en la vida: el origen del universo, qué hay después de la muerte, y por qué una bicicleta puede costar tanto o más que un coche. Sí, my friend, has leído bien, más que un coche, y sí, estoy hablando de esas maravillas de dos ruedas que pueden hacerte reír, llorar y reconsiderar tus prioridades financieras en un abrir y cerrar de ojos.

Ahora bien, ¿una bicicleta de 300 euros puede compararse con una de 10.000 euros? La respuesta, como siempre, es “depende”. Vamos a desglosar esto un poco para que cuando le digas a tu pareja que necesitas una bici nueva y te mire como si hubieras perdido el juicio, puedas defenderte con argumentos sólidos.

El precio de las bicis

El Precio: ¿realidad o ficción?

Primero, hablemos de economía básica. No es lo mismo una bicicleta que usas para ir a comprar el pan los domingos (ese tan bueno de pueblo hecho con una harina molida a mano por unas ancianas albinas y vírgenes, y cocinado a fuego lento en horno de leña de sequoia ártica), que una bici que usas para entrenar tres horas diarias como si fueras a competir en el Tour de Francia. Imagina que cada pedalada te cuesta unos céntimos, a lo largo de un año, ese dinero sumará una considerable cantidad de euros. Así que cuanto más uses tu bicicleta más estás rentabilizando tu inversión. Mi gestora (un saludo Begoña), me diría que ¡estoy amortizando! Y es que una bicicleta de alta gama no solo te ofrece rodajes más suaves y eficientes, sino que también viene con un aura de prestigio que no se puede medir en números. En Instagram las bicis de alta gama quedan mucho mejor, y sin filtros. Sentir como otros ciclistas miran tu bici con un ojos vidriosos de envidia, es una sensación que… ahí lo dejo….

Beneficios físicos y mentales: Más allá del dinero

Aquí viene la parte interesante. Más allá del precio, la bicicleta es una máquina mágica que te regala SALUD. Salud física y salud mental. Felicidad a raudales. Y te pone un “culete” duro como el acero para barcos. Pedalear regularmente no solo fortalece tus piernas y mejora tu resistencia cardiovascular, sino que también reduce el estrés. Y, francamente, si has podido pagar una fortuna por esa bicicleta, estoy casi seguro que tu nivel de estrés laboral tiene que ser alto. Nadie da duros a cuatro pesetas.

La sensación de libertad que te ofrece una buena ruta con tu bicicleta no tiene precio. Es como volver a ser niño y sentir el viento en la cara, sin preocupaciones, sin tener que tomar decisiones importantes más allá de si seguir a rueda o ponerte a tirar un poco. De si en la parada de mitad de ruta te pedirás café o cocacola ahora que ya empieza a hacer calor. De si pones plato pequeño ahora que viene esa cuesta con algo de desnivel o intentas aguantar a plato. La gente ahora se apunta a Mindfulness, la bicicleta lo lleva de serie. Como el Volkswagen Polo que llevaba ZIRITIONE. ¿Os acordáis?

El precio de las bicis - Alta gama 2024

Relaciones personales: La grupeta ciclista

No olvidemos por el amor de Dior, el aspecto social de este deporte. Ser parte de una grupeta ciclista es como entrar en un club exclusivo, pero vestido de licra. Conocerás a personas con las mismas aficiones, pasiones e inquietudes que tú, y antes de que te des cuenta, estarás organizando salidas grupales, cenas entre semana (el finde se entrena) y hablando de carbohidratos, suplementación, factores de intensidad y cargas de entrenamiento con una soltura que ni el entrenador del UAE.

Que las bicicletas crean lazos es un hecho probado, nada une más que compartir un puerto de mucho desnivel, una senda estrecha con un barranco en el lateral digna de un vídeo de un embajador de Red Bull, o una larga ruta el domingo por la mañana empezando a las 7am que hay que llegar a comer antes de las 15h, no vaya a ser. Esos momentos de sufrimiento y disfrute a partes iguales, compartidos saben mucho mejor. Puede que haya días que hasta te acuerdes de familiares (sobretodo madres) y difuntos de tus compañeros. Ver el culo de un compañero durante largo rato une mucho, él que se podría poner un IPAD a la espalda y a ti te daba tiempo a ver “Lo que el viento se llevó” ahí detrás… y luego la euforia al llegar a la cima primero, tras pegarle “un palo” a falta de 300m y después de ir toda la salida a rueda… Eso, eso fortalece amistades. .

Reflexión Personal

En mi opinión y concluyendo el tema, el precio de una bicicleta es relativo al uso que le des y a los beneficios que obtengas. Una bicicleta puede parecer una inversión elevada, estoy de acuerdo, pero cuando consideras el impacto positivo en tu salud física, mental y social, verás que en realidad estás comprando mucho más que un par de ruedas y un manillar (y un potenciómetro, y una ciclocomputadora, y un millón de accesorios, y un huevaco de ropa ajustada…)

Así que la próxima vez que veas una bicicleta con un precio que te hace reconsiderar tu vista, tu vida y tu trabajo o nivel de ingresos, recuerda: no estás pagando solo por un poco de carbono (el aluminio ni se nombra), esa preciosidad está creada para que inviertas en tu bienestar y en nuevas experiencias. TE-LA-ME-RE-CES.

Y si alguien te pregunta por qué gastaste tanto en tu bicicleta, solo sonríe y di: “Es más barato y mucho más divertido que ir a terapia”. ¡Pedalea y sé feliz Pataliebre!

Muchas gracias por leer hasta aquí. Abrazos y con bici barata o bici cara, ¡salid a rodar, Pataliebres!

Fruco.

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