Excusatio non petita, en bici, accusatio manifesta.

Las Mejores Excusas en las Grupetas Ciclistas

¿Quién no ha escuchado esa frase en latín alguna vez? “Excusatio non petita, accusatio manifesta”, o como traduciríamos al español, “Excusa no pedida, acusación manifiesta”. Y es que en el mundo del ciclismo en grupo, las excusas son una parte esencial del paisaje. Ya sea porque no están en su mejor día o porque han decidido tomarse un descanso bien merecido, los ciclistas siempre tienen una buena razón (o eso creen ellos) para justificar su rendimiento desde el principio. No has salido de casa y es normal escuchar ya los primeros “lloros”.

El Clásico: “Hoy no estoy en mi mejor forma”
La excusa reina, la favorita de todos. Apenas se empieza a rodar y ya escuchas a alguien decir: “Hoy no estoy en mi mejor forma, tuve una semana dura en el trabajo”. Y ahí está, esa pequeña semilla de duda sembrada en la mente de todos, por si acaso llega el momento en que se quedan atrás. Pero, ¿quién no ha tenido una semana dura? El truco está en decirlo con suficiente antelación para que, cuando ocurra, nadie pueda decir que no estaban avisados.

El Técnico: “Creo que mis frenos están rozando”
Esta es una joya. En pleno esfuerzo, alguien se pone a revisar su bicicleta y suelta: “Creo que voy frenado”. Puede que hayan pasado la revisión de la bici la noche anterior, pero en el momento de la verdad, cualquier ruido extraño es motivo de duda. Por supuesto, la mayoría de las veces los frenos están perfectos, pero la excusa ya ha sido lanzada.

El Nostálgico: “Antes de la lesión, era mucho más rápido”
Este es el que todos hemos escuchado y usado al menos una vez. “Yo antes volaba en las subidas pero estoy saliendo de una lesión y…”. Sí, claro, y antes de que me comiera esa pizza también tenía un cuerpo de atleta. Las lesiones son reales y afectan el rendimiento, pero también se convierten en una excusa recurrente para justificar por qué hoy no estamos rindiendo como se esperaba.

El Meteorólogo: “El viento hoy pega muy fuerte”
Ah, el viento. Ese enemigo invisible que siempre parece estar en contra, sin importar la dirección en la que vayamos. “Es que hoy el cierzo está terrible”, dicen mientras luchan por mantenerse en la rueda de los demás. Y sí, todos sabemos que el viento puede ser un rival duro, pero también es una excusa perfecta para aquellos días en los que simplemente no estamos a la altura.

El Estratega: “Estoy guardando fuerzas para la subida”
Perfecta para los estrategas del grupo. Mientras los demás se desgastan en el llano, ellos van tranquilamente en la retaguardia, argumentando que están “guardando fuerzas para la subida”. Y cuando llega la subida… bueno, siempre hay otra excusa lista. La verdad es que esta excusa funciona bien porque nunca puedes probar si realmente estaban guardando fuerzas o no.

El Gourmet: “Ayer me pasé con la cena”
Una excusa gastronómica nunca falla. “Ayer me lié un poquito y me pasé con la cena”. Y claro, una digestión pesada puede afectar el rendimiento, pero a veces parece que la excusa sirve más como una forma de justificar una falta de autocontrol que otra cosa. Ahora bien, si la cosa terminó con Gintonics… ya no es excusa, si es cierto, todo el RESPETO del resto del grupo por haberse levantado y salido a rodar con la resaca.

La Realidad: Todos hemos estado ahí

Al final del día, todos los aficionados a la bicicletas sabemos que a veces simplemente no es nuestro día. Y las excusas, aunque sean divertidas y a veces un poco absurdas, son una forma de aliviar la presión y mantener el buen humor en el grupo. Porque lo importante es disfrutar del recorrido, la compañía y, por supuesto, la pasión por el ciclismo.

Así que la próxima vez que alguien te suelte una excusa no pedida, sonríe, dale un respiro y sigue pedaleando. Después de todo, todos hemos estado en su situación en algún momento.

¿Tienes alguna excusa favorita o una anécdota graciosa de tus salidas en bici?

¡Compártela con nosotros! Y recuerda, en THE PATALIEBRES, estamos aquí para que ruedes con estilo, sin importar cuántas excusas necesites.

¡Nos vemos en la carretera!

Hasta la próxima Pataliebre,

Fruco.