Reflexiones sobre ciclismo, ego, datos y napolitanas

Reflexiones sobre ciclismo, ego, datos y napolitanas

¡Hola, Pataliebre!

En un pasado no tan remoto —cuando los culottes eran de lana y el GPS respondía al nombre de “intuición”— existió un espécimen ‘rara avis’ del pedal, una criatura mitológica, un personaje insólito, una especie casi legendaria: el ciclista sin redes sociales. Un ser que salía a rodar sin compartirlo, que subía puertos sin subir stories, y que, lo más inquietante de todo… guardaba los datos de su ruta en la cabeza y el corazón (y no en la nube). Si no eres ciclista, pero corres, haces crossfit, nadas, navegas o juegas a golf, no te libras, esto también te aplica.

Inspirado por el viralísmo (sí, acabo de inventarme esa palabra, recordando al gran Carlos Jesús, “fiu fiu”), el otro día grabé un reel luciendo gala de mis malas artes y reputación como ciclista/actor/estratega de lo absurdo, queriendo rendir homenaje a ese nobleza ciclista pre-Instagram. En el vídeo, voy puerta por puerta contándole a los vecinos la salida del día con todo lujo de detalles: kilómetros, medias, vatios y hasta enseñando el mapa físico de la ruta seguida.

REEL - Ciclistas antes de las RRSS

¿En qué momento pasamos de salir a disfrutar del aire libre a salir a conseguir interacciones digitales? ¿Desde cuándo decidimos que una ruta sin Garmin no es ruta, sino paseo vergonzante?

Y ojo, que aquí no se libra nadie (al menos que yo conozca). Todos hemos vivido ese mini infarto al ver que el ciclo computador no tiene batería justo antes de salir. O se apaga a mitad de ruta. Algunos incluso han cancelado la salida, porque ¿cómo voy a hacer 80 km si el mundo no se va a enterar? ¿Y si hago un KOM (estás tú para koms alma de cántaro) y no hay prueba? ¿Y si subo un puerto con PR y nadie me da unos “kudos”?

Lo más irónico es que, cuanto más enseñamos, menos rodamos.  El sudor huele a iPhone y la grasa de la cadena a UnFollows. Soy un poeta. Cada vez hay más postureo, más filtros, más “entrenacos” sin transpiración real, y menos lo que de verdad importa: pedalear, sufrir un poco, reírse con la grupeta, y comerse una napolitana de chocolate como Dios manda en la parada de rigor. Napolitana para los mortales, algunos semi-pros, se conformarán con oler un poco de lechuga; es el precio de estar fino filipino.

Así que desde The Pataliebres me gustaría lanzar un reto: sal al menos una vez sin subirlo a ninguna parte. Sin Strava, sin reel, sin post. Solo tú, tu bici y la carretera/pista/sendero/rodillo. Que aquí le damos a todo y no queremos líos. ¿Te atreves?

Eso sí… si haces KOM, avísame por privado. Tampoco es plan desaparecer del todo y eso hay que celebrarlo.

¡Nos vemos en la carretera, o en la ciudad, pero sobre ruedas! 🚴‍♂️✨

Hasta la próxima Pataliebre,

Fruco.

Ponle música a esta lectura

Ride - Twenty One Pilots

Bonus track: quédate con la persona que te recomiende canciones

¿Os gustaría recibir en vuestro email y cada 15 días, anécdotas o experiencias relacionadas con el mundo de la bicicleta y/o ciclismo en este formato? Si es así, pinchad en el siguiente enlace.

No hay comentarios

Publicar un Comentario


Entrega gratuita (Península)
para pedidos superiores a 100€


Pago Seguro
Con Tarjetas VISA, Mastercard, AMEX


Devoluciones y reembolsos
Válido durante 30 días