SHIT HAPPENS ¡Muchas veces!

Shit Happens“, o “cosas que pasan”, es una expresión que me parece muy acertada para resumir que en la vida no siempre ocurre lo que nos gustaría que pasara. Y no sé a vosotros, pero en mi caso, ocurre casi a diario.

¿Por qué empiezo con esta frase y qué tiene qué ver con The Pataliebres.?

Como algunos sabréis soy el precursor de todo este tinglado de The Pataliebres. Amante de todo lo que rodea al mundo de la bicicleta y del triatlón, trabajo duro como autónomo en Frucomedia para ganar dinero tiempo y así poder irme en bicicleta cuando me place (algunos dicen que mucho, para mí, nunca suficiente). En mi día a día laboral, dedico mi tiempo a diseñar y programar (bueno, hoy casi más configurar) páginas web así como llevar todos los servicios asociados: alojamiento, marketing, etc.

Pues bien, hace unos meses, tuve una mañana de esas de olvidar; por la noche se tenía que realizar una actualización en uno de mis servidores donde hay alojadas muchas webs; una cosa ágil que no debía de afectar en nada los clientes allí alojados y que en el 99% de los casos se realiza sin ninguna incidencia. Pero ese día, la actualización quedó truncada y me desperté con el servidor caído, sin noticias del proveedor de alojamiento y unos cuantos emails/llamadas de clientes preguntando que qué pasaba.

Como me tomo mi curro muy en serio, a veces demasiado, y los proyectos de mis clientes como si fuesen míos, entré un poco-bastante en pánico… sensación de que te mareas, te tiemblan las piernas más que después de subir un puerto de mucho desnivel y la boca más seca que tras 3 horas de bici por los Monegros en pleno agosto. Unos telefonazos y unos emails después me di cuenta que no había nada en mis manos para agilizar que el servidor estuviese en marcha de nuevo. Serían las 11 de la mañana o así, y estaba delegado en las personas que se tenían que encargar de solucionarlo, había avisado a los clientes que tenían allí su página y a mí no me cabía más que esperar a que se solucionase, así que tenía dos opciones: seguir currando en algún otro proyecto pero sin sacarme el tema del servidor de la cabeza y pulsando F5 cada minuto para ver si había levantado, o desconectar del todo, irme en bicicleta un par de horas y dejar que la vida siguiese su curso. No era cuestión de vida o muerte.

¿Qué creéis que hice?

Exacto, puse el teléfono en modo avión y me fui con mi bici de carretera y un amigo que salía ese día a dar una vuelta de un par de horas: saqué un entreno extra, me dio el aire, liberé bien de hormonas de felicidad (dopamina creo que se llama) y reduje muchísimo el estrés que llevaba encima. La ruta se me pasó volando y llegue a casa con el servidor todavía caído, el drama seguía, pero mis sensaciones y estado anímico eran mucho mejores que a primera hora de la mañana. Me duché, comí algo y cuando me volví a sentar en el ordenador dispuesto a contestar a clientes y perseguir un poco al encargado de solucionarlo, “tachán”, estaba todo arreglado. Servidor “up and running” que diría alguno.

¿Por qué os he contado esta pequeña historia y que tiene que ver con el proyecto? Fácil: en una situación así lo más “normal” hubiese sido quedarme delante del ordenador jurando en arameo y dándome cabezazos contra la pantalla, pero decidí decantarme por una actitud más PATALIEBRE: “soltar el boli”, coger la bici y rodar con un amigo un par de horas. Eso me salvó ese día de un momento de estrés mayúsculo y me enseñó que tenemos que aprender a diferenciar lo que es importante de lo que es urgente, y que como dijo un día algún sabio: “al final todo sale bien y si todavía no es así, es que todavía no es el final”.

Además, para más inri, ese mismo amigo con el que rodé ese día, al verme y contarle lo que estaba sucediendo me dijo “va, no pasará nada, el mundo no se acaba… algo parecido le ocurrió una vez a Mago More y lo explica en sus conferencias/podcast. Igual que él, esto molaría que lo contaras en alguno de tus vídeos”. Y aquí estoy, pero en vez de hacer un vídeo/REEL en tono de humor, he pensado que hoy me apetecía escribir y contarlo en este formato, un nuevo reto ya que nunca había escrito así.

Muchas gracias por leer hasta aquí. Abrazos y ¡salid a rodar, Pataliebres!

Fruco.