19 Ene Un garabato al día
Un garabato al día… y una sudadera para toda la vida
¡Hola Pataliebres!
Arranca el año (Feliz 2025 btw) y, con él, los típicos propósitos que escribimos con mucha ilusión en enero y que, seamos sinceros, para marzo ya hemos olvidado (¿o soy solo yo?). Pero este año quiero proponeros algo distinto: en lugar de esos grandes objetivos que suelen quedarse a medio camino, ¿qué tal si nos enfocamos en pequeños cambios que realmente podamos mantener?
Os cuento un (mi) caso. Durante los últimos años, mi desayuno tenía un acompañante infalible: el móvil. ¿Quién no ha caído en la trampa del scroll mañanero entre un sorbo de café (de especialidad claro) y un mordisco de tostada (mi fav: crema cacahuete, plátano y canela)? Hasta que Arantxa, mi compañera de vida, en un momento de inspiración (o conspiración, quién sabe), me regaló un libro llamado “Un garabato al día… para vivir con alegría”.
Al principio, pensé: “Bueno, ¿qué tan difícil puede ser esto de garabatear mientras desayuno?” Y ahí estaba yo, frente a la taza y al plato, cuál crío en edad escolar, con rotus de colores en mano, garabateando flores, mariposas, globos o patrones sencillitos. Y un buen día, lo que empezó como un par de líneas tontas, resultó en algo que me gustó y me hizo pensar: ¿Y si esto lo llevo a un diseño de sudadera?
Spoiler: ¡así nació el último modelo de THE PATALIEBRES! Guapérrima por cierto, ¡¡qué diseño, qué materiales, qué colores!!
Lo bonito de esta historia no es solo que salió algo útil de un momento de ocio, sino que descubrí que hacer algo productivo mientras desayunas (y no me refiero a leer emails de trabajo) puede darle un giro a tu día. Ese ratito que antes gastaba en scroll infinito, ahora lo uso para dibujar, pintar, o simplemente desconectar mientras hago algo creativo que me da energía y me inspira.
No, no os voy a soltar el rollo tipo gurú/coach de “deja el móvil y conecta contigo mismo”, como dice Lalachus: “hemos venido aquí a gozarla fuerte”, pero seamos sinceros: ¿cuántas horas al día nos come la pantallita? Yo calculé (con algo de vergüenza, lo admito) que eran un par de horas mínimo. Y no, no estoy diciendo que nos pongamos todos a intentar ser Rembrandt o PérezReverte (no por favor) pero ser más conscientes de lo que hacemos con nuestro tiempo e invertir ciertos ratitos en algo que nos haga crecer, aunque sea un poco, pueden ser un regalo que nos damos a nosotros mismos sin darnos demasiada cuenta.
Puede ser aprender algo nuevo ¿un idioma?, entrenar, leer un newsletter como este (publicidad encubierta se le llama a esto), escuchar un audiolibro o en mi caso, dibujar patrones que se acaban convirtiendo en (preciosas) sudaderas. ¿Las habéis visto?
Bonus track: quédate con la persona que te recomiende canciones
Así que os deseo un año lleno de pequeños grandes momentos y os animo a probar. Sustituid un momento móvil por algo que os guste. Podéis empezar con un libro para pintar como el mío, una libreta para escribir lo que se os ocurra, o incluso hacer un par de flexiones entre mordisco y sorbo al café. Lo que sea que os llene. Y si sale algo digno de sudadera (o newsletter), ya sabéis dónde encontrarme. 😏
Mirad como queda la sudadera en naranja fiesta. ¡Liga sola!
Nos vemos en la carretera, o en la ciudad, pero sobre ruedas! 🚴♂️✨
Con cariño, garabatos y propósitos alcanzables,
Hasta la próxima Pataliebre,
Fruco.
¿Os gustaría recibir en vuestro email y cada 15 días, anécdotas o experiencias relacionadas con el mundo de la bicicleta y/o ciclismo en este formato? Si es así, pinchad en el siguiente enlace.
Lo sentimos, el formulario para comentar está cerrado ahora mismo.